Exoesqueleto robótico permitirá a una persona que no camina
pararse, dar 25 pasos y patear una pelota en el evento deportivo.
Fútbol y neurociencias unidos. Así se resume el proyecto
encabezado por Miguel Nicolelis, neurocientífico brasileño y amante del
Palmeiras. Desde hace más de 20 años que el académico e investigador de la U. de Duke trabaja en sistemas
que permitan que nuestro cerebro sea capaz de activar, sólo con el pensamiento,
estructuras robóticas. Y el próximo Mundial de Fútbol Brasil 2014
será la oportunidad para demostrarlo.
Si todo marcha como está programado, un joven parapléjico daría el
puntapié inicial del evento usando uno de sus trajes biónicos. Este le
permitiría pararse de una silla de ruedas, caminar unos pasos y lanzar el balón
en medio de la cancha. Eso, gracias a un sistema que permitirá conectar el
exoesqueleto robótico con el cerebro de la persona. Bastará que ésta quiera
patear la pelota para que el milagro suceda.
El exoesqueleto robótico en que trabajan Nicolelis y otro centenar
de científicos será capaz de captar las señales eléctricas de las neuronas
motoras del cerebro del individuo y hacer que éstas lleguen hasta el soporte
mecánico, que las interpretará en el movimiento deseado.
El traje está siendo diseñado por Gordon Cheng, de la Universidad Técnica
de Munich, y Nicolelis trabaja en la interfaz que permite que cuerpo y robot
trabajen juntos.
La idea es que la persona parapléjica logre dar 25 pasos desde la
línea lateral hasta el punto central de la cancha y patee la pelota.
EXPERTO EN EL AREA
Nicolelis, candidato al Premio Nobel en varias oportunidades y
considerado entre los 20 mejores científicos del mundo por la revista Científica
American,
explica que este traje biónico es una demostración de que “la
mente se puede liberar de las restricciones del propio cuerpo”. Y tiene
argumentos de sobra
para afirmarlo.
Logró que monos rhesus capaces de mover un objeto en una pantalla
con un joystick luego hicieran lo mismo sólo con su mente. En otro experimento
mostró que, además, pueden controlar una silla de ruedas a través de órdenes
cerebrales.
También hizo que una persona manejara un brazo robótico a través
de órdenes mentales. Con esta prueba pudo comprobar que las neuronas de la
corteza motora del cerebro asimilaban el brazo robótico como propio, aun cuando
no estuviera unido al cuerpo, y que incluso se generaban nuevas neuronas, que
sólo realizaban movimientos para la prótesis. Y hace un mes se convirtió en el
primer científico en conectar los cerebros de dos mamíferos (un hombre y una
rata) y lograr que el primero moviera a voluntad la cola del segundo. Por eso,
lo de Brasil 2014 está lejos de ser ciencia ficción para el experto.
por Cecilia Yáñez
1 comentarios:
Muy buen artículo. Demuestra el acelerado avance que tiene y tendrá la ciencia y la tecnología sobre el área de la medicina. Muchas limitaciones en las personas desaparecerán en los próximos años a este ritmo de investigación y progreso científico.
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