Sin límites, de Lorena Vargas: la intensidad de una vida especial

Apenas uno comienza a escuchar Sin límites, el libro autobiográfico de Lorena Vargas, queda atrapado por la expresión correcta y diáfana de su prosa, que trasunta una notable claridad de pensamiento. Mucho más notable resulta esta claridad si tenemos en cuenta que el libro fue escrito por la autora cuando ésta sólo contaba con diecinueve años de edad. En este sentido, el carácter reflexivo con el que narra sus experiencias y la lucidez crítica con la que las analiza parecerían corresponder a una persona de mucha más edad, al menos según los criterios actuales, que reducen la edad juvenil a un puro devenir pasional, frívolo e irreflexivo.
Lorena Vargas desarrolla con absoluta conciencia las circunstancias de su vida desde su nacimiento, que es narrado con sumo detalle: momento crucial en que en el parto por cesárea aspiró líquido amniótico, lo que impidió que su cerebro se oxigenara convenientemente y esto le provocó la parálisis total de sus miembros motrices. A partir de allí, el relato avanza mostrando una toma de posición de la autora en cuanto a todas sus vivencias. De este modo, cuenta cómo, llegada la edad escolar, sus padres, creyendo hacer lo mejor, la inscriben en una escuela especial, aun cuando los médicos habían declarado que estaba apta para una escuela común. En la distancia, Lorena plantea, previas disculpas, su disconformidad con la existencia de escuelas de tal índole, las cuales le parecen obedecer a parámetros discriminatorios. Más adelante, va a observar algo similar con respecto a la palabra “discapacitado”; para ella, el término más adecuado sería “especial”, ya que éste no presenta la carga negativa de aquel.
La intensidad es el rasgo dominante de las experiencias vividas por Lorena, cotidianas y personales, pero únicas por la singularidad y la pasión de quien las vive. Así, tanto el primer pic-nic en la escuela primaria y su actuación como arquero en el partido de fútbol como el nacimiento de sus hermanos, todo es sentido con una profundidad y una energía admirables. Y es que la visión positiva y optimista es otro de los aspectos que caracterizan el texto de Lorena, visión que revierte las limitaciones humanas a un canto de vitalidad. La lucha de Lorena, dada su condición y la falta de adaptación de nuestro medio a las diferencias, es ejemplar y titánica; sin embargo, el texto no transmite ese sentimiento, sino que su vivir fluye con naturalidad y alegría según su relato.
Sin límites permite al lector derribar las barreras del prejuicio con respecto a quienes poseen capacidades diferenciadas; dado que poco espacio ocupan en la opinión pública las necesidades y derechos de esta parte de la población, el acercamiento personal a esta experiencia de vida constituye un importante factor para operar el cambio necesario en nuestra sociedad. Es importante destacar, en este sentido, la condición de audiolibro, por iniciativa de Casimiro Digital, formato inclusivo que se adapta a las personas con dificultades visuales.
Lorena hoy es una mujer de treinta y dos años, a punto de realizar su tesis de Licenciatura en Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba. Podemos imaginar cuánta más sabiduría ha ido desarrollándose en ella, a trece años de la jovencita que escribiera el libro.

Nota: María del Carmen Marengo (escritora, docente universitaria y crítica literaria)