Solo bastará una
mirada para darte cuenta que soy distinto, pero aún así con esta diferencia
puedo sin medir esfuerzos extender una mano para levantarte cuando estés caído.
Puedo además, encontrar palabras que alivien tu tristeza y hacer de cada
lágrima tuya una estrella que ilumine el sendero de tu destino.
La vida nos
presenta momentos difíciles pero también de alegría, pero si estás sólo no
podrás darle la verdadera dimensión a ese momento y es por eso que quiero estar
a tu lado, para compartir y festejar, y hacer de éste un pasaje de la vida
interminable.
Sé que tu pasado
es similar al mío, que ya nada podemos hacer para cambiarlo, solo guardarlo
como una fuente de experiencia.
Lo que importa es que juntos vivamos el
presente que marcha vertiginoso y nos empuja a dar pasos gigantescos, haciendo
posible pasar por alto cosas importantes aunque parezcan pequeñas.
Son estas las
razones y otras miles por las que te pido que me aceptes como soy.
QUIERO SER TU
AMIGO!
Nada he de
pedirte a cambio, simplemente me permitas apoyar mi mano en tu hombro y con mi
bastón blanco emprenderemos la marcha, encontraremos una puerta que al abrirla estará el destino
que nos ha marcado la vida, y sin temor dejemos que la voluntad de Dios nos
marque el final.
Rubén Alaniz
0 comentarios:
Publicar un comentario