Un no vidente que disfruta un cuadro, un sordomudo que puede saber más acerca de una escultura sin necesidad de ir acompañado. Todo eso y mucho más fué “Arte al cubo”, muestra que se inauguró el 18 de Noviembre en el Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria de Córdoba y que permaneció hasta la medianoche del domingo 21.
“Arte al cubo” consistió en la presentación de un equipamiento diseñado para acompañar a las obras de arte y hacerlas accesibles a las personas con discapacidad, actividad que se enmarcó en el cierre del ciclo “Derecho a la cultura”, de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
La muestra nació cuando el Colectivo Art3, integrado por alumnos de la Diplomatura en Gestión Cultural de la Universidad Católica de Córdoba, se propuso realizar una muestra accesible. Para ello, convocó a tres artistas cordobeses a exponer sus obras pero también a utilizar el dispositivo de “Arte al cubo”, un atril (el cubo, como lo llamaron) compuesto por folletos en Braille y macrotipo, video en lengua de señas subtitulado y audiodescripción. Este cubo contiene un compartimento que permite a los artistas sintetizar sus obras, a partir de texturas y materiales que ellos mismos consideren pertinentes para su interpretación.
Emilio Zárate, uno de los miembros del Colectivo Art3, explicó: “Para presentar por primera vez este equipamiento, realizamos una muestra con tres artistas contemporáneos de Córdoba: Juan Sorrentino, con un cuadro sonoro; Ramiro Vázquez, con pintura; y Pablo Peisino, con esculturas blandas. Cada uno extendió su obra al dispositivo, interviniéndolo con múltiples materiales”.
La iniciativa innovó en la forma de concebir el arte y representó un desafío para los artistas porque los hace pensar de qué manera llegar a quienes tienen dificultades para ver, oír o tocar su obra. Peisino, uno de los artistas convocados, se mostró entusiasmado frente a la idea y destacó la importancia de tener presente al otro, a sus problemáticas, al momento de gestar la obra. A lo que Vázquez agregó que “hay muchos museos que necesitan de este tipo de obras y dispositivos para universalizar el arte”.
Ángela Luz Ozorno, también miembro del Colectivo Art3, manifestó: “El cubo está pensado para acercar el arte a personas que poseen distintos tipos de discapacidad y, permitirles vivenciar la obra de los artistas a través de sus sentidos”.
Por su parte, Ariel Jiménez Saint, también del colectivo, destacó que con la muestra pensaron en “trazar un puente entre obra, artista y público, derribando las barreras que impiden a las personas con discapacidad acceder al arte”.
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