Uno de cada 10 habitantes de la Capital posee una discapacidad. Las dificultades
físicas permanentes son más habituales en las mujeres, en los mayores de 50
años y en la población que habita en la zona sur.
Los datos surgen de la Encuesta Anual de Hogares (EAH) que realiza la Dirección General
de Estadística y Censos de la ciudad. El estudio también concluye que en uno de
cada cinco hogares porteños hay al menos un miembro con discapacidad y que el
trastorno corporal más común es el motor.
La subdirectora del área, Nora Zuloaga, explicó a LA NACION que el 9,9% de los
vecinos de Buenos Aires (302.800 personas) padece una "dificultad de largo
plazo", clasificación consagrada por las Naciones Unidas que
evidencia la existencia de una discapacidad en interacción con los obstáculos
del contexto.
Esa proporción varía de acuerdo con el sexo, la edad y el lugar de
residencia de la población.
Según la EAH
2011, entre la población con dificultades de largo plazo predominan las
mujeres, entre quienes la prevalencia de las discapacidades crece
al 11,7%, mientras que entre los varones cae al 7,8%.
A partir de los 40 años, y en especial a partir de los 65, la
proporción resulta mucho mayor para las mujeres que para los hombres, hasta
alcanzar una diferencia de 10 puntos porcentuales desde los 80 años.
Como ciertos trastornos físicos son más frecuentes con el paso del
tiempo, hay muchos más ciudadanos con discapacidad de largo plazo entre los
adultos
y los adultos mayores.
Entre los niños y los jóvenes, sólo uno de cada 25 posee una
dificultad física permanente. La proporción aumenta entre la población de más
edad: entre
los 65 y los 79 años es de 26,2%, y a partir de los 80, del 47,7
por ciento.
Junto con la edad, la ubicación geográfica es otro factor que
parece incidir en el sufrimiento de una discapacidad de largo plazo,
probablemente por la
mayor exposición a padecer accidentes y por la falta de acceso al
sistema sanitario que podría corregirla.
En la zona sur (comunas 4, 8, 9 y 10) tiene un trastorno físico de
largo plazo el 12,1% de los vecinos, valor que supera en dos puntos la
prevalencia promedio
de la ciudad (9,9%), mientras que la zona norte (comunas 2, 13 y
14) se encuentra dos puntos por debajo.
La diferencia se refleja en la cantidad de hogares con algún
integrante discapacitado, que en promedio es de uno de cada cinco (21,3%).
Según la EAH
2011,
en los hogares de la zona sur el porcentaje crece hasta el 30%;
como contrapartida, en la zona norte cae a 15,8 por ciento.
El trabajo de la Dirección General de Estadística y Censos porteña
también revela que la dificultad de largo plazo más habitual es la motora sola
(57,3% de la población con alguna discapacidad). El dato no puede pasar
inadvertido en una ciudad donde la ausencia de rampas de ascenso y descenso en
las veredas,
y la gran cantidad de aceras y calzadas rotas obstaculizan la vida
cotidiana de quienes se movilizan en sillas de ruedas, con bastones o muletas,
o con algún tipo de complicación en su andar.
Entre los hombres, los trastornos de largo plazo auditivos figuran
en segundo lugar y los visuales, terceros. Entre las mujeres, la relación se
invierte:
la dificultad visual aparece en segundo término y la auditiva, en
el tercer renglón.
En el mismo sentido, el porcentaje de varones con discapacidad
mental o intelectual duplica al registrado entre mujeres: 9,9% contra 4,8%.
Radiografía de las dificultades
La influencia del sexo y de la situación sociogeográfica
9.9%
Tasa de prevalencia
Diez de cada 100 porteños tienen una dificultad
de largo plazo. En el Sur la cantidad trepa al 12,1% y en el Norte baja dos
puntos. También es mayor
entre las mujeres (11,7%) que entre los varones
21,3%
Hogares afectados
En uno de cada cinco hogares porteños hay al
menos una persona con discapacidad. En el Sur, el porcentaje crece
Fuente: La Nación
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