Cuando afrontamos
la llegada de una discapacidad a casa es fácil que El miedo, desconocimiento, estrés y La sensación de falta de
control nos aborde como un huracán.
Pero tiempo al tiempo. Cada paso es importante, por eso al principio
quizás, nos veremos ahogados y nos centraremos en como organizarnos en nuestra
nueva situación. Es lógico.
Lo interesante es que seamos conscientes de que una vez establecida la
organización para que las necesidades básicas de cada miembro de la familia
queden cubiertas, no olvidemos que seguimos siendo una familia y que tenemos un
entorno social que cuidar y del que disfrutar también.
Cuidar de nuestras Relaciones
Familiares es tan importante como comer cada día, es lo que alimenta nuestro interior: el
cariño, los momentos para disfrutar, para relajarse y divertirse en familia,
los amigo/as y la pareja.
Todo ello es básico para una salud mental sana. No lo descuidemos. Sólo es
cuestión de organizarse y dar prioridades, de pedir una mano cuando se necesite
y de permitirnos una ración de bienestar cada día.
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